Los plásticos reciclados también son para la automoción
Queremos más plásticos reciclados en la automoción. Nosotros y toda la industria. Lo piden los consumidores y la legislación. Lo exigen los OEMs. Y toda la cadena de valor está trabajando para hacerlo posible. Nosotros estamos avanzando también en este camino. Aquí te contamos cómo.
Hasta hace poco, el gran objetivo de los fabricantes de componentes era la reducción de peso en cada pieza de un vehículo. Ahora, además, queremos conseguir eso mismo pero utilizando materiales reciclados: así reduciremos de forma efectiva nuestra huella sobre el planeta.
Y es que en primera instancia, la automoción se propuso electrificar el parque automovilístico para reducir las emisiones de gases contaminantes. Pero inmediatamente después quiso algo más, mucho más: alcanzar cuanto antes la neutralidad de carbono. Y eso solo se consigue con circularidad: convirtiendo los materiales fuera de uso en nueva materia prima. Y eso, para I Alegre significa incorporar los materiales reciclados a la fabricación.
Superando los viejos problemas
Durante mucho tiempo, los plásticos reciclados han sido mal vistos dentro de la automoción porque presentaban tres problemas fundamentales:
- que el suministro de este material no era suficientemente uniforme
- que se trataba de un producto de precio mayor que el material virgen
- y que su homogeneidad dejaba mucho que desear, provocando problemas estéticos
No podemos decir que estas dificultades se hayan superado del todo, pero la evolución de los materiales que salen al mercado invita al optimismo, con producciones cada vez más predecibles en cuanto a suministro, características técnicas y costes.
Esa es la razón por la que el plástico reciclado, que aparecía hasta ahora en contados espacios del vehículo, ya se prescribe en todo tipo de proyectos exceptuando, de momento, las piezas estéticas. Pero sabemos que también lograremos superar ese punto en poco tiempo.
Investigación permanente para ofrecer seguridad al mercado
En I Alegre conocemos bien la evolución que han tenido los reciclados en los últimos años porque hace ya tiempo pusimos en marcha un proyecto de investigación sobre estos materiales. Se trata de RECILAB-IA, un laboratorio en el que analizamos plásticos procedentes de uso postindustrial, de origen postconsumo o de producción bio.
Desde nuestro observatorio hemos comprobado que estos materiales, muy valiosos para que podamos avanzar hacia la neutralidad real, se pueden comportar de forma muy distinta al plástico virgen y nos ocupamos de conocerlos bien antes de proponerlos a nuestros clientes y transformarlos en componentes. En este proceso de análisis hemos comprobado cómo avanzan las empresas que producen la granza reciclada y hemos logrado aprendizajes muy valiosos sobre cómo ir incorporando su uso en nuestra fabricación.
Este conocimiento nos permite avanzar en el uso de los reciclados hasta lograr estas cifras:
- En 2023 utilizamos un 5% de materiales reciclados en nuestra producción
- Cuando termine 2024 habremos subido esa cifra a un mínimo del 15%
- Y en 2030 tenemos previsto un uso de al menos un 25% de plástico reciclado
El camino de la recuperación
Viejas redes de pesca, residuos vegetales, textiles inservibles... si atendemos a algunas informaciones, parece que todo vale para crear plásticos reciclados. Pero la mirada del sector se dirige a un punto muy concreto: la recuperación de materiales de alta calidad procedentes de vehículos cuya vida útil ha terminado.
Porque, en este momento, solo se recupera un 19% de esos elementos y las novedades legislativas van a exigir muy pronto el reciclado de todas esas toneladas de material que hoy se está considerando, simplemente, un residuo. De modo que nuestra previsión es que, a partir de 2030, el incremento en el uso de plásticos reciclados sea notable. Después de todo, teniendo en cuenta que el plástico para automoción supone hoy un 10% del consumo total, tenemos un importante papel que cumplir. Es nuestra responsabilidad.
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