¿Sabes qué huella de carbono suponen tus decisiones logísticas? Pregúntanos
La necesidad de descarbonizar la producción industrial ha hecho que las cajas de cartón pueblen el paisaje de los almacenes logísticos. Y tiene sentido cuando hablamos de materiales de un solo uso. Pero, ¿qué sucede si reutilizamos los contenedores?, ¿podrían ser una solución más sostenible? Después de todo ¿sabemos con exactitud qué huella de carbono estamos generando en cada caso? En Industrias Alegre hemos hecho los cálculos. Y los datos hablan. ¿Quieres conocer los resultados?
En nuestra planta tenemos contenedores HybridBox que lucen arañazos, manchas e incluso restos de viejas etiquetas adhesivas. Nadie los elegiría para fotografiarlos. Pero para quienes trabajamos aquí son un orgullo. Porque siguen realizando su función después de mucho tiempo. Van a casa del cliente protegiendo las piezas sin necesidad de cartones o espumas de un solo uso. Y regresan. A veces esperan a la intemperie sin problemas. Y de nuevo vuelven a salir y a regresar… durante años y años.
Sí, en nuestra planta hay contenedores HybridBox que están en activo ¡desde 2010! Y aún pueden dar servicio durante mucho tiempo.
Es algo extraordinario. Pero solo nos dimos cuenta de esta realidad cuando abordamos un proyecto con el que queríamos hacer aún más sostenible este contenedor.
Mediciones antes de tomar nuevas decisiones
“Partíamos de unos datos excelentes”, nos confiesa Lourdes Solares, desde nuestro departamento de I+D+i donde se abordó el proyecto. “Nuestro HybridBox nació ya siguiendo la lógica del ecodiseño, así que es muy fácil poder presumir de unos datos excelentes”. En efecto, este equipamiento permite ahorros de hasta un 80% en transporte de retorno, está fabricado con hasta un 75% con material reciclado y su propia lógica consigue anular por completo los residuos plásticos o de cartón.
A pesar de ello, la propuesta consistía en investigar si era posible hacer más sostenible el producto, si se podían unificar materiales, incorporar más cantidad de reciclados o reutilizar los textiles del interior una vez finalizada su vida útil.
“Pero antes de tomar decisiones, debíamos medir para poder ver claro nuestro camino. Necesitábamos saber cuál es la huella de carbono de nuestros contenedores HybridBox para rebajarla. Por eso construimos nuestra calculadora de huella de carbono”, comenta la especialista.
Una calculadora de huella de carbono para conocer el impacto real
La calculadora de huella de carbono es una herramienta que permite valorar la solución logística más limpia, según las características de cada proyecto, su duración estimada, el volumen de materiales que se mueven o la tipología de piezas implicadas. Y han saltado algunas sorpresas.
¿Cajas de cartón de un solo uso o envases plásticos reutilizables? No hay una respuesta buena a priori, porque vendría dictada desde el prejuicio. Solo un cálculo exacto puede dar una respuesta… que en ocasiones resulta contraria a la intuición. Es lo que nos ha sucedido al comenzar a usar la calculadora: que en muchos proyectos, el contenedor plástico se alza como la solución más limpia.
¿Te extraña?
Hace pocos días, el gigante internacional Lego sorprendía al mundo anunciando que dejará de utilizar rPET para sus famosos juegos de construcción (puedes leer la noticia en este enlace). Y no porque hubiera renunciado a cuidar el planeta, sino precisamente porque aspiraba a hacerlo mejor. En sus investigaciones, habían calculado que el impacto del material reciclado suponía más emisiones de CO2 a lo largo de la vida útil del producto.
Sí, es lo que sucede cuando se trabaja con mediciones y no solo con el pensamiento intuitivo.
¿Y si estudiamos juntos tu proyecto?
De ahí nuestra pregunta: ¿sabes cuánto contaminan tus herramientas logísticas?, ¿te has planteado si puedes mejorar tu huella?, ¿tienes datos fiables o solo intuiciones?
Si tienes entre manos un nuevo proyecto industrial o quieres mejorar el que ya está en marcha, cuenta con nuestro equipo especialista y con su KAM Jesús Ibáñez (jesus-ibanez@ialegre.com). Te ayudarán a tomar decisiones con esta calculadora de huella de carbono.
Por cierto, este proyecto de investigación, el mismo que animó al equipo de investigación a crear la calculadora, llegó a la conclusión de que algunas de las ideas de partida no eran tan buenas en la práctica. Pero Solares comenta al respecto que “lejos de frustrarnos al comprobar que no podemos reutilizar los textiles viejos para nuestro propio contenedor, esta tarea nos ha permitido aproximarnos a un material en el que no somos especialistas, el textil. Y, gracias a la colaboración con Aitex, hemos descubierto nuevos caminos para la innovación”.