Amparo Vázquez: “La automoción puede multiplicar el impacto positivo de la economía circular”

La VII edición del encuentro sobre Plásticos y Economía Circular reunió en València a cerca de 150 profesionales de diferentes sectores para analizar las últimas innovaciones en este ámbito. El evento, que incluyó ponencias de expertos de la administración pública, centros de investigación y, en menor medida, del mundo industrial, se convirtió en un interesante punto de encuentro en el que nuestra directora de I+D+i, Amparo Vázquez, aportó la visión de una empresa como I. Alegre, muy centrada en la automoción. Ella se ocupó de mostrar al público los desafíos reales de la economía circular en el sector del automóvil.

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Los planes son inspiradores pero la realidad resulta más compleja

Nuestra compañera partió de un dato bien sabido por la audiencia: que la economía circular se ha convertido en un eje estratégico para Europa, que está promoviendo el uso de los materiales reciclados, el ecodiseño y la reducción de la huella de carbono.

Pero existe un evidente contraste entre la teoría y su desarrollo.

Y es que los OEMs, en este contexto, quieren más materiales reciclados, pero no han cambiado sus requerimientos técnicos. “Están pidiendo la misma durabilidad, resistencia y acabados en las piezas fabricadas con materiales reciclados que cuando se elaboraban con granzas vírgenes. Y esto, hoy por hoy, supone un gran desafío”.

Un desafío e incluso una contradicción. Porque, como indica la propia directiva de I. Alegre, “para tener los mismos resultados con ambos materiales, hay que tratar mucho el material reciclado, ‘dopándolo’ y haciendo que, en definitiva, resulte menos ecológico de lo que todos deseamos”.

El reto de la homologación

Estas divergencias entre los planteamientos teóricos y la realidad resultan muy reveladoras. Incluso cuando hablamos de materiales homologados. Cuenta Vázquez: “tenemos a nuestra disposición materiales reciclados homologados, claro, pero con pruebas que se han realizado en un laboratorio, en condiciones muy controladas y con geometrías sencillas. Son homologaciones en probeta y estos materiales no se comportan igual cuando se llevan a la industrial real, incorporándolos a procesos de inyección con geometrías complejas y requisitos de funcionalidad y de estética muy específicos”.

La intervención de Amparo Vázquez en el Foro concluyó con este mensaje: si queremos implantar ya una economía circular, hay que trabajar más intensamente en el paso de la teoría a la práctica industrial.

Y a pesar de las críticas, la apuesta sigue en pie, pues I. Alegre es una empresa que se alinea con la visión compartida en el Foro

“Pero resulta imprescindible que todos los actores implicados en la cadena de valor trabajen de manera conjunta para saltar de las buenas intenciones o de los prototipos a la industria”, dice la experta. Y confirma: “es esencial que administraciones, centros de investigación y fabricantes converjan en soluciones viables, desde el punto de vista técnico y económico”.

Fomentar el efecto arrastre desde la automoción

En I.Alegre sabemos que el sector de la automoción, por su complejidad y su enorme peso en la economía global, se encuentra en una posición estratégica para liderar este cambio. Y, como dice Vázquez, “muchas de las innovaciones que hoy se impulsan en nuestro sector tendrán un efecto arrastre en otros segmentos industriales, multiplicando el impacto positivo de la economía circular”.

Pero para que esto suceda, es imprescindible establecer canales de colaboración sólidos.

El foro de Plásticos y Economía Circular dejó patente que las ideas sobre reutilización, reducción de la huella de carbono y ecodiseño continúan ganando terreno. Desde luego, queda camino por recorrer. Y desde I. Alegre confiamos en conseguir resultados tangibles y duraderos para la sociedad y el medio ambiente.

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