“Hay muchas piezas del automóvil típicamente metálicas que son susceptibles de aligerar con su transformación a plástico”
Si ferrocarril y la aeronáutica ya están eligiendo materiales compuestos para aligerar el peso de sus vagones y su fuselaje, es cuestión de tiempo que la automoción se incorpore a esta tendencia. Para potenciar la electrificación de los automóviles y para limitar la huella de carbono, que supone un aspecto crucial en toda la industria. Pero, ¿en qué punto estamos exactamente?, ¿qué papel quiere jugar Industrias Alegre en este ámbito. Hablamos de todo ello con Amparo Vázquez, nuestra directora de I+D+i
Pregunta: ¿Por qué I. Alegre elige este momento para investigar el aligeramiento de componentes?, ¿tan importante resulta este aspecto?
Respuesta: Estamos en un momento en el que el enfoque hacia la sostenibilidad es multisectorial y además es crucial y obligatorio. En concreto la relevancia que tiene el sector de la movilidad, el transporte en general, y su impacto en el medio ambiente hacen que sea necesario replantearse cada elemento en la cadena de valor, cada proceso de producción, cada material empleado, la fuente de origen de ese material, la cantidad justa utilizada con el menor desperdicio, y en definitiva, cómo conseguir el mismo resultado con un consumo menor de recursos.
En I. Alegre abordamos el aligeramiento como concepto general, aligeramiento es reducir peso, es eliminar componentes, es reducir número de referencias, es optimizar.
P.: La empresa ya tiene experiencia aligerando componentes a partir del diseño pero ahora ¿os centraréis exclusivamente en el uso de nuevos materiales?
R.: No, seguiremos trabajando la optimización desde el concepto y el diseño del producto, pasando por el material, los componentes y los procesos de fabricación.
P.: ¿Cuánto margen de mejora calculáis que es posible conseguir?
R.: Si hablamos de sustitución de metal por plástico es posible llegar a mejoras de entre 40-50% de reducción de peso. Si consideramos aligeramiento en el amplio sentido que hemos mencionado, la optimización de materiales, reducción de componentes… no es fácil dar un dato de margen de mejora, pero sí lo hay.
P.: Ya tenéis prototipos funcionales para fabricar en plástico los módulos de baterías, ¿hay muchas otras piezas que puedan cambiar de metal a polímeros?
R.: Es bien conocida la importancia del aligeramiento en la movilidad eléctrica, de ahí que los módulos y packs de batería hayan sido un buen punto de partida para abordar estas transformaciones, pero esto no implica que la investigación se reduzca a estas piezas. El avance en el desarrollo de materiales y tecnologías para el uso de materiales termoplásticos reforzados, nos invita a pensar que muchas otras piezas del automóvil típicamente metálicas son susceptibles de aligerar con su transformación a plástico. Salvando las referencias más críticas en términos de seguridad, vemos viable poder competir con las soluciones metálicas en muchas piezas.
P.: Recientemente, Airbus presentaba su A350 con un fuselaje realizado mayoritariamente con materiales compuestos: ¿vamos a ver algo similar con los automóviles?
R.: En la pasada feria JEC de París a la que asistimos en abril, ya pudimos observar también un vagón de Talgo construido íntegramente con materiales compuestos. Por lo que, si ya ha llegado a la aeronáutica y al ferrocarril, parece obvio que tarde o temprano llegará a la automoción.
Estas soluciones siempre han estado alejadas del sector del automóvil por sus elevados costes, pero el desarrollo de materiales más económicos y el uso de tecnologías de producción con cadencias superiores hacen que los materiales compuestos sean cada vez más competitivos y los acercan al sector. Además, el aligeramiento cobra especial importancia con la irrupción del vehículo eléctrico.
P.: Vuestro proyecto de investigación quiere conectar el aligeramiento con la descarbonización, ¿cómo vais a abordar juntos estos retos?
R.: La descarbonización es la tarea principal de cualquier empresa productora hoy en día, y hay que fomentarla en toda la cadena de valor para procurar una mejora para el planeta. El aligeramiento, en todo el espectro que abarca el término, ya supone un ahorro en término de emisiones de carbono. Ya sea por ahorro de material, el uso de materiales 100% reciclables, o el ahorro de consumo en transportes, entre muchos otros beneficios.
P.: ¿Qué proyectos concretos estáis desarrollando ahora?
R.: Recientemente hemos terminado el proyecto LIGHTCAR. En él, hemos investigado al lado de AIMPLAS y de otras entidades en busca de nuevos materiales y en breve presentaremos las conclusiones. Y en este momento estamos abordando, bajo el marco del PERTE VEC I, un nuevo desarrollo que camina en el mismo sentido.