Ingeniería de desarrollo: estrategias al servicio de la economía circular
Reutilizar, reducir, reciclar. Son solo tres palabras. Pero en ellas se resume el cambio de paradigma que se está produciendo en el ámbito industrial: es la llegada de la economía circular y sus muchas exigencias. En Industrias Alegre, el equipo de ingeniería de desarrollo pone al servicio de estas tres R su larga experiencia, las innovaciones más recientes y enormes dosis ingenio. La industria lo está demandando. El planeta también.
La sección de ingeniería hace reuniones de brainstorming casi diariamente. Son grandes mentes lanzándose ideas unas a otras en busca de los mejores resultados. Incluso si parecen absurdas. Es la mejor fórmula para impulsar mejoras sucesivas. La mejora constante era una demanda habitual para el equipo de ingenieros liderado por Nuria Dasí. Sin embargo, desde que la economía circular está en todas las agendas, la intensidad de los desafíos se ha multiplicado: el grupo tiene el objetivo de ofrecer productos cada día más sostenibles. Lo pidan los clientes o no. Lo que importa es que lo demanda el planeta. Y estas son las tres estrategias con las que trabajan simultáneamente.
1 El foco siempre puesto en la sostenibilidad
Los mandatos de la economía circular están ahí y el equipo las ha interiorizado hasta convertirlos en sus objetivos esenciales. Por eso este grupo de trabajo sabe que cualquier pequeña mejora cuenta, porque se puede sumar a otras. De modo que, cuando llega a la sección una nueva pieza cuyo diseño hay que validar, el grupo se mueve para ver de qué modo se puede mejorar y hacer más sostenible. Algunas de sus fórmulas habituales son:
- Simplificar la pieza eliminando componentes
- Hacer la pieza más ligera y pequeña
- Prescindir por completo de los adhesivos
- Eliminar la mayor cantidad posible de clips
- Mejorar el utillaje necesario para su fabricación
Algunos de estos cambios suponen alterar las fórmulas de fabricación que han sido habituales durante décadas en algunos sectores. ¡Esos son los retos más duros y más atractivos! Es lo que ha sucedido, por ejemplo, cuando el grupo de trabajo se planteó una guerra contra los adhesivos en el sector de la automoción. ¿Espumas adhesivadas en los pilares interiores del automóvil?, ¿un imán pegado como soporte de una pieza? ¡Fuera pegamentos! Han emprendido esta batalla particular porque cualquier elemento que haya sido pegado ya no podrá entrar en el proceso circular y volver a servir como materia prima. ¿Soluciones? Repensar la pieza, inspirarse en la naturaleza y en los objetos cotidianos, rediseñar y, finalmente, encontrar formas de sujeción efectivas, pero siempre mecánicas; que mantengan la función, pero eliminen los adhesivos y permitan el reciclado cuando ese elemento haya terminado su vida útil.
2 Integrar las innovaciones con visión sostenible
Las innovaciones tecnológicas se incorporar en paralelo a esas revisiones de diseño. Para ello cuentan con las investigaciones que previamente ha realizado el equipo de I+D+i, que supone la vanguardia de la investigación en Industrias Alegre. Porque, una vez que aquellos han validado una tecnología, estos se ocupan de ponerla a prueba y saber hasta dónde da de sí para integrarla en sus diseño. Sí, la imaginación vuela mejor cuando tiene herramientas de primera. Algunas de las innovaciones tecnológicas que ya se están utilizando o al menos probando para avanzar hacia la economía circular son estas:
- Nuevos polímeros más sostenibles (reciclados o biocomposites).
- Foaming químico para conseguir reducciones de peso.
- Soldadura en polipropileno; una técnica que permite, entre otras ventajas, eliminar clips (menos material, menos energía).
- Fabricación aditiva para prototipado y para hacer realidad piezas complejas más ligeras y sin necesidad de montaje.
- Plastrónica para conseguir piezas con enormes reducciones de peso, más delgadas y sin montaje.
3 Todas las lecciones aprendidas entran en juego
La tercera estrategia consiste en combinar las innovaciones tecnológicas y el rediseño con el rico know how de una empresa que lleva décadas inyectando plásticos para los clientes más exigentes. Todas las lecciones aprendidas a lo largo de los años permiten al grupo de trabajo multiplicar su capacidad de anticipación y llevar las mejores soluciones de sostenibilidad a las fases de desarrollo. Porque, si las propuestas de mejora están ya en el diseño, antes de que se prepare un molde, se consiguen mejores resultados y se aporta más valor a los clientes.
Reutilizar, reducir, reciclar. Son solo tres palabras. Pero significan un enorme esfuerzo.