No queremos esperar a tener un encargo para comprobar cómo se comportan los nuevos polímeros que la industria está sacando el mercado. Con una opinión pública demandando más sostenibilidad en todos los frentes, los grandes fabricantes están ofreciendo cada vez más plásticos reciclados –procedentes de uso postindustrial y de origen postconsumo– o de procedencia bio. Son materiales muy valiosos porque representan la llegada de una economía circular real, pero sabemos que sus condiciones pueden llegar a ser muy diferentes a las que presenta un plástico virgen.

Un proyecto para comparar y ayudar a decidir

Por eso nos hemos propuesto investigar tanto los biocomposites como los reciclados de diferentes marcas y procedencias. Es un proyecto que hemos puesto en marcha con el nombre de RECILAB-IA . Con él queremos saber qué necesidades tienen en el proceso de inyección, qué características ofrecen una vez fabricada la pieza y qué limites tienen cada uno de ellos cuando abandonamos. En definitiva, queremos probarlos para poder aconsejar a nuestros clientes cual es el plástico más adecuado a cada proyecto y que sus productos sean sostenibles sin perder en ningún momento la fiabilidad deseada.